Las Haciendas de Ganado

Torres de la Peña

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Las Haciendas de Ganado

A lo largo de la historia la “hacienda” o riqueza personal o familiar se lleva de una parte a otra: sobre todo cuando la falta de lluvia hace impropia la ganadería y sólo hay siembra de temporal (Gómez D., Monografías … III, p. 26).

En cuanto a la Historia de la Comarca de Camarones recordemos que uno de los puntos en las capitulaciones o acuerdos de Luis de Carvajal con Felipe II establecía que el primero había de traer ganado al Nuevo Reyno de León, debido a la pobreza de minería en la región. Lo que de todas formas ya se estaba dando de forma natural, pues los agricultores de Querétaro tenían problemas con sus vecinos pastores, y éstos al aumentar sus rebaños también necesitaban de la rotación de pastos, por lo que principiaron a practicar la ganadería trashumante o mestas.


Éstas eran asociaciones de ganaderos en las que viajaban los amos o patrones con sus familias, criados y riqueza personal o hacienda -haciendas de ganado-. El movimiento se daba dependiendo de la época de engorda o trasquila, pues en general se trataba de ovejas, sin faltar ganadería mayor. Al trasportar su fortuna, adquirir tierras y levantar el necesario caserío, el caudal aumentaba (Gómez D., Monografías … III, p. 33-8).


Éste pastoreo intensivo de largo alcance principió a fines del siglo XVI y tenía diferentes objetivos, y dependiendo de ellos era el movimiento de animales.


Podía buscarse la mejora del ganado para la alimentación, reproducción o comercialización, y en este caso el movimiento era cíclico, según la temporada. Otras veces sólo se llevaba de un lugar a otro para su venta.


Hay testimonios de que para finales del siglo XVI circulaban entre trescientas mil y un millón de cabezas de animales entre Querétaro, San Luis Potosí, la Huasteca y el Nuevo Reyno de León. Lo que exigía planeación, pues se requerían rutas y vías para el tráfico, disposición de abrevaderos, descansaderos y estaciones para el cobro de peaje a lo largo del camino.

Por más de un siglo este tráfico constante de ganado generó espacios de poblamiento, vías de comunicación, y articuló mercados regionales. Al principio utilizaron las vías abiertas por los colonizadores y mineros, pero después siguieron sus propias rutas.


A partir de 1667 el manejo de la ganadería trashumante en el Nuevo Reyno de León quedó dividida en dos grupos principales: el de Cadereyta y el de Río Blanco (Aramberri).


La presencia de este último grupo fue ganando importancia, y hacia 1745 la influencia de estos ganaderos fue evidente al ponerse en marcha el proyecto de colonización de Nuevo Santander -Tamaulipas- (Garza Martínez, V. La Ganadería Trashumante en el Noreste Novohispano: 1635-1745).


Como ya se dijo, esta ganadería trashumante venía de regiones tan distantes como lo son los actuales estados de Querétaro, Guanajuato e Hidalgo, recorrían distancias mayores a los ochocientos kilómetros, llegaban al Nuevo Reyno por noviembre y salían hasta mayo, así es que pasaban el invierno y parte de la primavera en el Norte donde tenía lugar la “nacencia”, mientras que la trasquila se realizaba en el Sur -p. 30- (Del Hoyo, Eugenio. 1987. Señores de Ganado: Nuevo Reino de León. Siglo XVII. Cuadernos del Archivo No. 14. Archivo General del Estado).


A diferencia de los “señores de minas”, que estuvieron muy vinculados con sus ciudades, a las cuales fomentaron y embellecieron: Guanajuato, Taxco, Zacatecas, San Luis Potosí, etc., para los “señores de ganado” las tierras del Nuevo Reyno de León no eran sino lugar de invernada de sus ganados, un nombre más en la lista de sus propiedades (pp. 47-9), pues hasta los impuestos sobre la venta de lanas, cueros o crías los pagaban fuera del Nuevo Reyno (p. 30).