Andanzas y Peripecias en Iturbide

Andanzas y Peripecias en Iturbide

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“Nor indeed would a farmer, however old, hesitate to answer any one who asked him for whom he was planting: `For the immortal gods, whose will it was that I should not merely receive these things from my ancestors, but should also hand them on to the next generation´.”

from On Old Age

by Cicero

Un agricultor, por viejo que esté, no debiera bacilar en contestar a quienquiera que le preguntara para quién siembra:

- Para los dioses inmortales, cuya voluntad fue que yo no sólo debiera recibir estas cosas de mis antepasados, sino también pasarlas a la siguiente generación.

de Sobre la Vejez

por Cicerón

Andanzas y Peripecias en Iturbide

Si debido a nuestra desmemoria suponemos que los pueblos de la región sur de Nuevo León (el Nuevo Reyno de León) surgieron poco antes de que nosotros naciéramos, tal vez sea hora de enterarnos de que no fue así.


Esta área comparte en general muchos de los aspectos de la Historia del Noreste del México actual y del proceso de formación de la Nación Mexicana.


Al hacerse del poder político, económico o religioso diferentes grupos protagónicos, desde la Colonia hasta nuestros días, a los colonos y quienes luego fueron residentes de las misiones de Santa María del Río Blanco (Aramberri) y de San Pablo de Labradores (Galeana, Iturbide y Rayones) no les faltaron andanzas y peripecias.


En el apartado titulado “Nostalgia” nos enfocamos en la gente de la Villa de San Pedro y su historia (región norte). Aquí incluiremos más sucesos de la Comarca de Camarones (región sur), para irlos integrando en la historia del todo que es hoy el Municipio de Iturbide, N. L., México.

Nuestras Fuentes de Datos Históricos

Al reunir los datos sobre la historia de Camarones (Río Blanco o Aramberri), o la de los Torres y los de la Peña entre las familias con más arraigo en la Comarca, nos encontramos con problemas que no tuvimos al hacerlo sobre los habitantes de las Villas de San Pablo de Labradores y San Pedro. En este último caso hay más información escrita y la tradición oral nos ha sido más accesible, pues aunque los archivos municipales de Galeana e Iturbide fueron quemados o destruidos en diversas ocasiones, se cuenta con alternativas a ellos, y los miembros de estas familias han vivido por varias generaciones en las cabeceras de dichos municipios.

Los pobladores de la Comarca de Camarones vivieron y viven separados en varios ranchos o caseríos, durante mucho tiempo no contaron con registros oficiales accesibles (se tuvo Registro Civil hasta después de 1882), y la comunicación entre sí de los habitantes de esta zona, hasta fechas recientes, ha sido más difícil y por lo mismo menor que entre los de San Pedro.


La gran cantidad de datos conservada por nuestros informantes de esta Villa mediante la tradición oral nos ha permitido integrar con más facilidad las fuentes escritas, pues éstos siempre estuvieron muy dispuestos a recibirnos y al alcance de la mano para facilitarnos documentos y hacernos aclaraciones una y otra vez.


En lo referente a los informantes y documentos de la Comarca de Camarones no fuimos tan afortunados, ya que el grado de cercanía y confianza de los autores de este reporte con los sobrevivientes de dichas familias en la región no han sido los mismos; y muchos ya no viven en Camarones sino que se han ido para Galeana, Linares, Monterrey o a diferentes estados de la República, e incluso fuera del país (Texas, Louisiana, California, etc.).


En cuanto a reportes escritos, nuestras fuentes básicas han sido el texto publicado por Armando Torres de la Peña y Pedro Gómez Danés (Monografías de la Villa de San Pedro de Iturbide IV: Historia Viva), los tres de Francisco Javier Alvarado Segovia (“Villa de San Pedro de Iturbide: Repaso de su Historia”, “Iturbide, N. L.: Raíces Históricas 1866-1900”, y “Disturbios Revolucionarios en Iturbide Nuevo León”); y el libro de Saúl Balderas Peña (“Galeana, N. L.: La Trinchera del Sur”). En los dos primeros casos las publicaciones se realizaron con el patrocinio del Municipio de Iturbide y del Sindicato de Trabajadores de la UANL (S.T.U.A.N.L), y en el último con el del H. Congreso del Estado de Nuevo León.

Aquí conviene aclarar que Torres de la Peña narra los recuerdos de su vida como vecino de San Pedro durante casi un siglo. Los textos de Alvarado Segovia, como Cronista Municipal (Introducción a “Raíces Históricas”), hacen públicos datos tomados del Archivo General del Estado de Nuevo León -AGENL- en el ramo llamado Alcaldes Primeros (“Disturbios Revolucionarios”, p. 55). La presentación de este último texto (p. 6) dice: “… hoy se agrega a la bibliografía, nuevos hechos y personajes del bello municipio del Sur de Nuevo León, Iturbide, rescatando de los escombros, aquella historia revolucionaria que provocó levantamientos armados, antes y después de 1910” (sic). Nosotros desconocemos a qué escombros se haga referencia.

No sabemos si todo el AGENL sea uno de los que se encuentran en las condiciones a que se refiere Carlos Enrique Ruiz Abreu, Director del Archivo General de la Nación (AGN), al afirmar que: “entre el 70 y el 80 por ciento de los archivos de todo el país está `en muy malas condiciones, pudriéndose en tapancos´”; o esto sólo suceda en la parte del AGENL correspondiente al Municipio se Iturbide.

Aunque en las portadas de sus textos Alvarado Segovia dice que en ellos hace una “compilación” y “selección documental y reseña” o en el “proemio” de “Disturbios Revolucionarios” (p. 6) se informa que el texto “aporta distintos sucesos inéditos … ordenados cronológicamente ...”, a nosotros se nos ha dificultado el identificar la metodología seguida por él, p. ej.: cuáles son transcripciones textuales, cuáles resúmenes o cuáles comentarios. Además está el problema de la dispersión de secciones de un solo documento del AGENL por diferentes partes del texto publicado sin hacer ninguna aclaración, un ejemplo obvio es el de los límites del Municipio: el encabezado aparece en la página 45 y el resto en las páginas 57 a 60 ("Repaso de su historia"). Si el lector gusta puede agregar los tropiezos con la redacción, además de las citas anteriores podemos añadir como ejemplos, entre otros muchos: “Así mismo la Presidencia Municipal estuvo siempre y por varios años en la familia de la Peña …” (¿Siempre o por varios años?, ¿Toda la familia de la Peña o sólo don Joaquín y Pablo E. de la Peña?, ¿A qué se debió esto?); o “una de las primeras participaciones del municipio de Iturbide, en el proceso de la Revolución Mexicana (¿Ya en el proceso?) fue en enero de 1900 y 1902 ...” (“Disturbios Revolucionarios”, p. 8). Dicho en pocas palabras: no se revisaron ni corrigieron los borradores de los informes sobre documentos existentes en el AGENL antes de publicarlos.


Como entendemos que los textos, patrocinados por las administraciones 2000-2003 y 2009-2012, están dirigidos a la población de un Municipio en que el 56% de los mayores de 15 años tiene educación básica incompleta y 7.5% son analfabetos; que en la publicación de estos escritos participaron profesores de la localidad en activo ante grupos de primaria y secundaria, con diferentes cargos como miembros de los ayuntamientos patrocinadores; además de un Cronista Municipal e integrantes de un sindicato universitario; nos parece lamentable que dichos textos se hayan publicado en la forma en que están estructurados y redactados. Supondríamos que uno de los objetivos de los involucrados en este proyecto, aprobado por “quienes saben en nuestra sociedad”, sería o debería de ser el facilitarnos a los posibles lectores la comprensión de la información presentada para que estructuremos nuestro propio conocimiento de los hechos históricos y culturales de la región.

Por otra parte, como dice Héctor Jaime Treviño Villarreal en su presentación: Balderas Peña con su libro “salda una vieja deuda con la ciudad que le brindó hospitalidad en su época de estudiante ... (Galeana)”, pues éste está bien fundamentado y redactado, por lo que es de fácil lectura.