Resistiendo y Cediendo

Andanzas y Peripecias en Iturbide

<Anterior] 10 [Siguiente>

Porfiriato: diciembre 1884 – 25 mayo 1911

El 14 de noviembre de 1885 Don Francisco Martínez Salazar informó al Ayuntamiento sobre la respuesta del Ministro de Fomento a la solicitud de apoyo federal para terminar el tramo de carretera dentro del Municipio, suspendido desde 1883: “No obstante los deseos que animan al ejecutivo para fomentar los trabajos de la carretera y sin desconocer la importancia de ella, las circunstancias que guarda el Erario Federal, no permiten por ahora la prosecución de dichos trabajos”.


­El Ayuntamiento acordó solicitar al Gobernador intercediera ante el Congreso del Estado para que autorizara que los presos de Linares, Dávila y Prieto (al poniente de Linares), Iturbide y Galeana trabajaran en la carretera, dándoles por parte de estos municipios sus alimentos, y por parte del Estado o la Federación la custodia suficiente. También solicitó “uno de los ingenieros destinados al Ejército”, para que dirigiera los trabajos (Alvarado S., Raíces … , pp. 63-5).

En agosto de 1886 el Alcalde Juan Martínez lamentaba que el camino que conducía para Aramberri desde las comarcas de Cuevas y Camarones, por el Puerto del Novillo, aunque era más recto y seguro, en las inmediaciones del límite del ejido los vecinos en vez de facilitar el trayecto lo habían hecho más complicado “subiéndolo a la ladera, sin quitarle los estorbos que tenía de palos, magueyes, nopales y peñas” (p. 66).


­Juan M. Torres, Guillermo Martínez y Luis Ibarra presentaron un informe de los terrenos reconocidos como parte de la municipalidad, así como de las aguas que había denunciado Juan Torres ante el gobierno. La Comisión declaró que cuando Santiago Vidaurri mandó formar el cuadro topográfico, ellos estuvieron con el Ing. Nigra de San Martín al tirarse las líneas que delimitan a los estados de Nuevo León y Tamaulipas (pp. 68-9).


El Juez Auxiliar de Camarones dio parte del asalto sufrido por Ramón Pérez en el rancho de Cajones (Santa Inés), la noche del 22 de mayo de 1894, en el que quedó muerto uno de los bandidos y heridos el asaltado y su esposa. La Policía Rural informó que seguían a los bandidos que estaban emboscados en la sierra (pp. 69-70).


El Ayuntamiento solicita a “La Superioridad” autorización para multar a los dueños de ganado, tanto menor como mayor, por los derrumbes y deterioros que éste causara en el camino carretero que cruza el Municipio, para tener con que hacer las reparaciones (pp. 71-2).

Aguas en Fuentes Naturales y en Fundos Propios

Se comisionó a Marcelo Becerra (profesor de la escuela local) para que midiera el caudal de las corrientes de agua que surgen en el Municipio, lo cual hizo entre los días 21 a 24 de febrero de 1898. Los dos últimos días lo acompañó en su trabajo el Juez Auxiliar de La Purísima, Octaviano Aguilar (pp. 72-4).


El Art. 688 del Código Civil del Estado disponía que el dueño de un fundo en el que brotara el agua podía hacer uso libremente de ésta, y el Art. 919 daba facultad al propietario para sacar todo el provecho posible de esas aguas dentro de los límites de su heredad (p. 74). En la Comarca de Camarones se reportaba como dueños de algunas de estas tomas a Luz, Joaquín y Fructuoso Torres (pp. 72-3).

El Municipio solicitó la concesión del agua de “La Toma” (antes Ojo de Agua de San Pedro), manantial que surge en La Sauceda o La Troje, terreno ubicado al poniente de la Villa y que se vendió a Pablo Meléndez en 1866, pues el agua de dicho ojo de agua se hacía llegar al Pueblo por acequias y se cobraba cuota a los vecinos que la utilizaban para el riego de sus fincas urbanas, algunos de los cuales se negaban a hacer el pago alegando que el Municipio no tenía título legítimo. Al agua de una de estas acequias se le unía la de un pequeño manantial que brotaba al poniente de la Plaza de Armas, al que se llamaba El Arriate -hoy bajo la Explanada Municipal- (pp. 71-2 y 76).

Sin Quitar el Dedo del Renglón

El Alcalde Francisco de la Peña Martínez inauguró la nueva Escuela para Niños, en contra esquina de la Plaza de Armas, el 24 de noviembre de 1899. Los trabajos se comenzaron el 4 de octubre de 1897 y fueron realizados en su mayor parte por los presos de la cárcel local -promedio de cuatro presos- (pp. 74-5).


En 1905 los hermanos David y Juan Francisco de la Peña obtuvieron beca para estudiar en la Escuela Normal de Profesores, y el Profr. Serafín Peña reportó que “por el examen que he hecho de los referidos jóvenes, puedo informar, como lo hago, que ambos reúnen las condiciones expresadas en la citada circular”, en la que se convocó a los interesados (Alvarado S., Disturbios … , p. 7).

¡Hic!… ¡Brindemos!… por… ¡Hic!… por…

¿la Revolución?

Miguel Martínez inauguró una fábrica (alambique) de vino mezcal el 1 de abril de 1907 en El Madroño, Fructuoso Torres estableció otra en Camarones en 1908, Francisco Martínez Peña otra en Santa Inés ese mismo año (p. 11), y al año siguiente Graciano Torres instaló la suya en Jazmines (p. 12).


Pero … ¡lo bueno! ... ¡bueno! ... ¡fue el aguarrás!.

Francisco M. Peña y Compañía establecieron una pequeña fabrica de este producto con el nombre de “Buena Vista” (p. 12), lo que hasta la fecha sigue teniendo efectos ... confírmelo usted por sí mismo enseguida:

“En los inicios de la Revolución Mexicana en Iturbide, como Alcalde Primero Suplente Aureliano Velasco, toma posesión de la Alcaldía, sólo que para abril ya está en el poder Graciano Torres, por cierto que el Regidor 1º en este año fue Enrique Peña, que renuncia el 26 de febrero del citado año porque éste era cuñado del Alcalde Graciano, que toma posesión el 1º de enero de 1910, y luego después de una licencia, el 5 de febrero de ese año, vuelve a tomar posesión de su cargo y quien le hizo entrega del Juzgado 1º fue Joaquín E. de la Peña” (sic) … aquí no es ¡hic! (p. 12). Por si ya lo olvidamos, el Plan de San Luis fue proclamado el 5 de octubre de 1910, y Porfirio Díaz está en el poder hasta mayo de 1911.