Solicitud de Revocación de Nombramiento

Andanzas y Peripecias en Iturbide

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Solicitud de Revocación de Nombramiento

Aureliano Velasco, Teófilo Nárez, Platón González, Anastasio E. Guzmán, Manuel Dávila, Marcial, Isidro, Gil, Francisco y Carlos Martínez presentaron queja contra el Recaudador de Rentas “constitucionalista”, Francisco de la Peña Martínez, quien substituyó a Felipe Meléndez. Expresaban que de la Peña Martínez por su avanzada edad y haber desempeñado en varias ocasiones cargos públicos “los consideraba como personales”.


Los suscritos decían “sólo la voluntad de él impera y no entiende razones”, por lo que solicitaban se le revocara el nombramiento y proponían a otros candidatos para el puesto (pp. 28-9).


Los “Bilimbiques

Debido a que los grupos revolucionarios cambiaban las “cochinas monedas de oro y plata porfirianas” por papel moneda propio, según la región sobre la que tenían control, a finales de 1913 el Alcalde Baldomero Martínez reportaba a la “Primera Autoridad” (el Gobernador del momento), que en la región no había cambio ni de cinco pesos, pues en Linares y Galena estaban en iguales circunstancias. Pedía autorización para que los comerciantes pudieran hacer sus operaciones “por medio de contraseñas” (p. 29).


En 1914 Pablo de la Peña reportaba que parte del papel moneda era inservible, pues los cartoncillos de 5 y 10 centavos se encontraban quebrados, divididos o pegados. También pedía información sobre los billetes de uno, cinco y veinte pesos, pues ya habían llegado a Iturbide y “algunas personas no los querían aceptar” (pp. 32-3). ¿Se aceptaba ese papel moneda “constitucionalista” en pago de los préstamos hechos de fondos del Municipio en metálico? (pp. 39-40).

Pablo de la Peña Alcalde “por gracia” del Gen. Coss

El General constitucionalista Francisco Coss estuvo en Iturbide el 1º de enero de 1914, y días después el Jefe de Armas de Galeana informó a Pablo de la Peña que recibió de dicho General telegrama en el que le comunicaba: “...He tenido a bien acordar, continúen desempeñando sus respectivos cargos en el año actual ...” (pp. 30-1)


Como para mayo de 1914 “Seguían dando disposiciones los Jefes Constitucionalistas en Iturbide … decía la Primera Autoridad E. de la Peña, ¿de donde pago los gastos Señor Gobernador?, ya que dicho Alcalde seguía ayudando a los que transitaban del Ejército Constitucionalista, al exigirle continuamente dinero para sus gastos, animales para el servicio y forrajes” (pp. 31-2).


A finales de diciembre de 1914 Pablo E. de la Peña pedía al Alcalde de Linares transmitir “a la Superioridad” el siguiente mensaje:

“C. Gobernador del Estado. - Monterrey – Suplico a Ud. atentamente, se sirva decirme si los jefes y oficiales del ejército constitucionalista, están autorizados para recoger caballos y otras acémilas de propiedad particular, destinadas a la agricultura”.


Por “esas fechas eran muy pocos los semovientes que quedaban en el Municipio” (p. 36).

Nuevo Verbo y Sustantivo en Español:

Carrancear y Carranceo

Hacia julio de 1914 Pablo E. de la Peña informó al Gobernador haber recibido comunicado oficial del Juez Auxiliar de la Boquilla, en que le reportaba que los Rurales de Villagrán, Tamaulipas, y algunos jefes constitucionalistas invadían la Comarca “con el objeto de recoger reses ... haciendo correrías como lo hacían los indios bárbaros”, y se llevaban los animales para Potrerillos -Villa Mainero- (p. 30).


De Asesino Bajo Proceso a Soldado

Juan de la Rosa mató en riña a Simón Cervantes en abril, y en octubre estaba en la cárcel de Iturbide cuando se alojó en el patio de la Alcaldía José Meléndez con otros individuos armados a favor del Primer Jefe Costitucionalista (Venustiano Carranza). Éstos “a la hora de irse en la madrugada, le instaron a que se fuera con ellos, como lo hizo”. El Alcalde no pudo impedir tal acto, por no contar con armas ni policía para ello (pp. 34-5).


Solicitud de Salvoconducto para Conservar Rifle y Caballo

Pablo E. de la Peña, Alcalde de Iturbide, solicitó al Gobernador se le expidiera un “amplio salvoconducto, para que pueda yo conservar en mi poder” un rifle automático, calibre 32, número 17,483; con su dotación de parque, y un caballo alazán de fierro XL, “que tengo para mi uso personal” (p. 35).

Saqueo por Oficiales Carrancistas

Los vecinos del Municipio reportaban que los constitucionalistas les cambiaban sus animales de carga por los que trían ya cansados.


Al Ayuntamiento le exigían pastura y maíz, en ocasiones dejaban recibo firmado, pero a veces no, por lo que “se tenía que cotizar a los vecinos para completar el gasto” y “esta Presidencia se ve en graves apuros para salvar la situación”.


A fines de ese año (1914) ya eran muy pocos los semovientes que quedaban en el Municipio.


El Teniente Coronel Jesús Soto dejó depositadas en la Alcaldía de Iturbide 15 fanegas de frijol “recogidas” de las haciendas de Galeana, para que se las transportaran al Ebanito con destino a Linares, pero ya debía 60 pesos del flete del maíz que se le trasportó con anterioridad. Soto solicitó al Ayuntamiento que para el pago de aquellos fletes se pusiera en venta el frijol, pues ese año “no se cosechó nada de él” (pp. 36-7).


Depósito de Bilimbiques para Salvaguardar la Instrucción Primaria

En enero del siguiente año, Pablo de la Peña envió a la Tesorería del Estado 800 pesos en billetes revalidados y 25 del Ejército Constitucionalista. Solicitaba que estos fondos fueran registrados a la cuenta de la Tesorería Municipal, pues eran con los que se sostenía la instrucción primaria (p. 37).


Más “juanes” por el Cañón de Santa Rosa

Para los primeros días de 1915 pasaba “infinidad de revolucionarios” por el Cañón o Boca de Santa Rosa, y Pablo de la Peña reportaba varios casos de robo a casa habitación, asaltos en los caminos y robo de ganado a campo abierto (p. 38).


Sí Soy Alcalde, pero ¿Cuáles son Mis Facultades?

El 20 de septiembre de 1915, Pablo de la Peña, de nuevo en funciones después de una licencia de dos meses, solicita al Gobernador “se sirva delinear mis facultades”, pues aunque en 1913 lo había ratificado el Gen. Coss y posteriormente el Gobernador Villarreal, el Jefe de Armas de Galeana enviaba subalternos a la oficina telegráfica de Iturbide, y éstos intervenían en “facultades que no les corresponden”, ya que eran asuntos de orden netamente civil o judicial (p. 38). Por esa época el envío de correo de Linares a Galeana era semanal (p. 38).

Carranceo de Mezcal de la Región

Angel Meléndez, Atenedoro E. de la Peña, Jesús Gutiérrez, José A. Meléndez y un grupo de distribuidores de vino mezcal, solicitaron en octubre de 1915 a Pablo E. de la Peña su intervención, para que el Jefe de Armas de Galeana les restituyera los 576 litros de ese producto que les había “recogido … como medida preventiva … para evitar desórdenes”, cuando estuvo en la Villa el destacamento del 1er. Regimiento, puesto que “ya no hay guarnición en ésta” (pp. 37 y 39).


Solicitud de Armas Para el Cuerpo de Rurales

Debido a que Iturbide contaba en 1915 con 25 hombres de la Policía Rural, pero no tenía armas ni parque porque el Gen. Nuncio a principios de la Revolución se los había llevado, Pablo E. de la Peña solicitó al Gobernador proveyera al Municipio de 10 ó 12 de ellas para el Cuerpo de Rurales: “Hoy no se cuenta con ninguna arma” (p. 39)..