El Amigo Fiel
Nostalgia ...
El Amigo Fiel
“The Devoted Friend”
“Little Hans had a great many friends, but the most devoted friend of all was big Hugh the Miller. Indeed, so devoted was the rich Miller to little Hans, that he would never go by his garden without leaning over the wall and plucking a large nosegay, or a handful of sweet herbs, or filling his pockets with plums and cherries if it was the fruit season.
“Real friends should have everything in common,’ the Miller used to say, and little Hans nodded and smiled, and felt very proud of having a friend with such noble ideas.
“Sometimes, indeed, the neighbours thought it strange that the rich Miller never gave little Hans anything in return, though he had a hundred sacks of flour stored in his mill, and six milch cows, and a large flock of woolly sheep; but Hans never troubled his head about these things, and nothing gave him greater pleasure than to listen to all the wonderful things the Miller used to say about the unselfishness of true friendship.
“So little Hans worked away in his garden. During the spring, the summer, and the autumn he was very happy, but when the winter came, and he had no fruit or flowers to bring to the market, he suffered a good deal from cold anf hunger, and often had to go to bed without any supper but a few dried pears or some hard nuts. In the winter, also, he was extremely lonely, as the Miller never came to see him then.
“`There is no good in my going to see little Hans as long as the snow lasts,´ the Miller used to say to his wife, `for when people are in trouble they should be left alone, and not be bothered by visitors. That at least is my idea about friendship, and I am sure I am right. So I shall wait till the spring comes, and then I shall pay him a visit, and he will be able to give me a large basket of primroses and that will make him so happy.´
“`You are certainly very thoughtful about others,’ answered the Wife, as she sat in her comfortable armchair by the big pinewood fire; `very thoughtful indeed. It is quit a treat to hear you talk about friendship. I am sure the clergyman himself could not say such beautiful things as you do, though he does live in a three-storied house, and wear a gold ring on his little finger.´
“`But could we not ask little Hans up here?´ said the Mille´s youngest son. `If poor Hans is in trouble I will give him half my porridge, and show him my white rabbits.´
“`What a silly boy you are!´ cried the Miller; `I really don’t know what is the use of sending you to school. You seem not to learn anything. Why, if little Hans came up here, and saw our warm fire, and our good supper, and our great cask of red wine, he might get envious, and envy in a most terrible thing, and would spoil anybody´s nature. I certainly will not allow Hans´ nature to be spoiled. I am his best friend, and I will always watch over him, and see that he is not led into temptation. Besides, if Hans came here, he might ask me to let him have some flour on credit, and that I could not do. Flour is one thing, and friendship is another, and they should not be confused. Why, the words are spelt differently, and mean quite different things. Everybody can see that.´
“`How well you talk!´ said the Miller´s Wife, pouring herself out a large glass of warm ale; `really I feel quite drowsy. It is just like being in church.´
“`Lots of people act well,´ answered the miller, `but very few people talk well, which shows that talking is much the more difficult thing of the two, and much the finer also;´ and he looked sternly across the table at his little son, who felt so ashamed of himself that he hung his head down, and grew quite scarlet, and began to cry into his tea. However, he was so young that you must excuse him.”
from “The Devoted Friend “
by Oscar Wilde
El Amigo Fiel
El pequeño Hans tenía un sinnúmero de amigos, pero el más íntimo de todos era el grandote Hugo, el molinero. En verdad tal afecto le tenía el rico molinero, que nunca habría pasado ante su jardín sin inclinarse por encima de la cerca a coger un buen ramo de flores o un puñado de hierbas aromáticas, o sin llenar sus bolsillos de ciruelas y cerezas si era la estación de la fruta.
-Los verdaderos amigos deberían tener todo en común-, acostumbraba decir el molinero. Y el pequeño Hans asentía sonriendo, sintiéndose muy satisfecho de tener un amigo de tan nobles ideas. A veces se extrañaban realmente los vecinos de que el rico molinero no diera nada en cambio al pequeño Hans, a pesar de tener un centenar de sacos de harina almacenados en su molino, seis vacas lecheras, y un numeroso rebaño de carneros merino; pero Hans nunca se paró a pensar en esas cosas, y nada le producía mayor placer que oír todas las maravillas que el molinero acostumbraba decir sobre el altruismo en la verdadera amistad.
Así es que el pequeño Hans trabajaba sin parar en su jardín. Durante la primavera, el verano y el otoño era muy feliz; pero cuando llegaba el invierno no tenía fruta ni flores que llevar al mercado y sufría mucho frío y hambre, pues a menudo tenía que irse a la cama sin más cena que algunos orejones de pera o algunas cuantas nueces secas. Además, durante el invierno se encontraba muy solo, ya que el molinero nunca iba a verlo.
-No es oportuno que vaya a ver al pequeño Hans mientras duren las nieves- decía con frecuencia el molinero a su mujer, -pues cuando la gente pasa por ciertos apuros se le debe dejar sola y no acongojarla con visitas. Por lo menos ésa es mi idea de la amistad, y estoy seguro de que tengo razón. Esperaré, pues, que venga la primavera; entonces le haré una visita y él podrá darme un gran cesto de prímulas, lo cual le hará muy feliz.
-Te preocupas demasiado por los demás- contestaba la mujer, sentada en su cómodo sillón, junto al hogar bien encendido con leña de pino. -Te preocupas demasiado. Es un auténtico deleite oírte hablar sobre la amistad. Estoy segura de que ni el mismo párroco podría decir tan bellas cosas, a pesar de vivir en una casa de tres pisos y llevar un anillo de oro en el meñique-.
-Pero, ¿no podríamos decirle al pequeño Hans que viniera aquí?- preguntó el hijo menor del molinero. -Si el pobre Hans está pasando apuros, yo le daría la mitad de mi guisado y le enseñaría mis conejos blancos-.
-¡Qué niño tan tonto!-, exclamó el molinero. -No sé realmente de qué sirve enviarte a la escuela. No parece aprovecharte de mucho. ¿No comprendes que si el pequeño Hans viniera aquí y viera nuestro buen fuego, nuestra buena cena y nuestro gran barril de vino tinto podría darle envidia?. Y la envidia es una cosa terrible, que echa a perder la naturaleza de cualquiera. Yo no puedo consentir que se eche a perder la naturaleza de Hans, pues soy su mejor amigo y debo cuidarlo y procurar que no caiga en tentación. Además, si Hans viniera quizá me pediría que le fiara un poco de harina, y eso no me sería posible. La harina es una cosa y la amistad es otra, y no hay por qué confundirlas. ¡Me parece que las palabras se escriben de modo bien diferente y significan cosas bien distintas!. Eso todo mundo lo puede ver-.
-¡Qué bien hablas!- dijo la mujer del molinero, sirviéndose un gran vaso de cerveza caliente, -me siento casi adormilada. Lo mismito que si estuviera en la iglesia-.
-Muchas personas obran bien- contestó el molinero, -pero pocas son hábiles para hablar bien, lo que prueba que hablar es mucho más difícil que hacer y, desde luego, más hermoso-.
Y miró severamente a su hijo al otro lado de la mesa, quien se sintió tan avergonzado de sí mismo que, agachando la cabeza, se puso rojo como tomate y comenzó a llorar sobre el té.
Era tan joven que debemos disculparlo.
de "El Amigo Fiel"
por Oscar Wilde
“If you bent your back, people will ride on your back.”
Si te agachas, se te trepan.
Reflexiones Sobre “El Amigo Fiel”
1. ¿Qué sabes sobre la vida de Oscar Wilde?.
2. ¿Y de la época victoriana?.
3. ¿Has leído otros cuentos de este autor?, ¿cuáles?.
4. Con frecuencia encontramos antologías o colecciones de cuentos de Oscar Wilde en las que no se incluye “El Amigo Fiel” ¿crees que sólo se le excluya por el tono sarcástico que emplea en la narración o también por el tema?.
5. ¿Qué otras historias, cuentos o parábolas conoces que desenmascaren a los fariseos, hipócritas, o mochos?.
6.¿Conoces la parábola de “El Buen Samaritano” (Lc 10.25:37)?.
7. ¿Puedes nombrar cuatro o cinco instituciones, públicas o privadas, que en nombre de valores como el altruismo o la solidaridad traten de manipular al público repartiéndole “migajas de filantropía”?.
8. ¿En qué difieren y en qué son semejantes las relaciones que tiene el molinero del texto con su “amigo” el pequeño Hans, su mujer y su hijo?.
9. El que el molinero no quiera acongojar al pequeño Hans con sus visitas durante el invierno ¿se puede tomar como ejemplo de subsidariedad?.
10 ¿Cómo relacionas la máxima judeocristiana “Ama a tu prójimo como a ti mismo” (Lv 19.18 y Lc 10.27), con los principios de solidaridad y subsidariedad?.
11. ¿Será válido afirmar que la solidaridad corresponde “al amor al prójimo” y la subsidariedad “al amor a sí mismo”?, ¿por qué?.
12. ¿Cuándo puedes afirmar que sí te amas a ti mismo?, ¿te ayudará el reflexionar sobre el "Bien Común"?.
13. ¿Cómo o cuándo se aplica o se ha aplicado a tus circunstancias el mensaje del cuento?.