Ese Momento Que no nos falte tu luz.
Era una florecilla silvestre sobre un trozo felpudo de zacate verde: única, esbelta, solitaria en ese atardecer cenizo de octubre (2013) en la sierra perdida del sur del Estado. Era de un violeta intenso, luminoso, nítido, como un momento de sorpresa y revelación, como un mensaje de despedida que me cortó la respiración. La ví cuando el muchacho que me guiaba dijo en voz baja: “!Cuidado! Hay alambre de púas…”. Al detenernos, aún sin inclinarme, pude verla iluminada por un rayo de sol que se filtró oblicuo entre las ramas enmarañadas de los arbustos. Y
agradecí el instante, agradecí la imagen y di gracias a Dios...
“No hay milagros …”
No porque en casa supieran que nos habían “levantado”, y que no fuéramos a quedar como desaparecidos… No porque ya dolieran menos los golpes… No porque desde temprano se fueron varios hombres y nos dejaron con dos que se oían más jóvenes y menos maleados… No porque oímos que ya pronto nos iban a soltar… No, di gracias a Dios por ese momento. En estos tres días había aprendido que podía ver el suelo por una rendija, aunque estuviera apretada la venda, sólo tenía que mantener la frente en alto y bajar la mirada: junto a la punta de la nariz … así…, pero había que cuidar de no hacerlo evidente. Esa tarde, nos hicieron caminar en fila tropezándonos como niños pequeños. El que iba adelante (B) se oía nervioso cuando dijo: “Bueno... no se separen...” (A) “Con cuidado entonces...” (C) “!Vamos rápido, rápido, aprisa, aprisa…!” (A) “!Esperen!” (B) “!Agáchense!...”, “ !hínquense!...”, “!no se muevan!...” Otra vez el estirón y la voz de un muchacho (A) diciendo : “!Levante los pies y agáchese! … yo estoy levantando el otro alambre”. Era la misma voz del que ofreció quitarnos la venda, pero mi hermano le contestó: “No se comprometa, ni nos comprometa a nosotros.” Tenía una voz amable y tranquila. … siento a mi hermano a un lado... y en susurro me pregunta: “¿viste la flor?” “… ni siquiera el rey Salomón...” (Lc. 12:27)
Quienes fuimos víctimas en los secuestros antes descritos, agradecemos el trato recibido por parte de los miembros de la Policía Municipal de Linares, Fuerza Civil de Nuevo León, Policía Federal y Ejército Mexicano que nos rescataron.
Arrullo para Mi Niño A veces yo también arrullo a mi niño cantándole la interpretación que hizo Cabral del Sermón de la Montaña (Mt. 5).
No crezca, mi niño, no crezca jamás;
“A Miracle” “To me every hour of the light and dark is a miracle, Un Milagro Para mí cada hora de luz u obscuridad es un milagro,
Sin Palabras
“Worship Allah as if thou seest Him”
Reverencia a Alá como si lo vieras
“There
are no miracles to the man who does not belive in them.” French saying No hay milagros para quien no cree en ellos. Dicho francés
“There was a serpent even in the Garden of Eden.”
¡Alá te proteja! Al-Hariri ( Arabe, 1054-1122 )
“He that believes all, misses; he that believes nothing, hits not.” English saying Quien lo cree todo, falla; quien no cree nada, no atina. Dicho inglés
El Negador de Milagros Chu Fu Tze, negador de milagros, había muerto; lo velaba su yerno.
“Trust in God, but tie your camel” Persian proverb Confía en Dios, pero ata tu camello Proverbio persa
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