La Mala Mujer
Antes era costumbre que los mayores al ver alguno de estos pajarillos cantando les pidieran a los niños que lo apedrearan, pues “traen chismes de infidelidades”. Según
la leyenda, una mujer que vivía junto a un acantilado engañaba a su
marido con otros hombres, hasta que éste la sorprendió con uno de ellos,
tuvieron una discusión frente a la casa, junto al precipicio, y la
mujer aprovecho un descuido del esposo para empujarlo al vacío.
La muy ruin celebró “su libertad” a carcajadas, y en ese momento se convirtió en pájaro pardo.
Entre el Máuser y el Crédito Sex...
Se
recordaba que durante el siglo XIX, cuando se construyeron en la
Sierra Sarnosa las cercas de piedra para marcar agostaderos a las
recuas de los arrieros, como no había suficientes hombres en San Pedro
para hacerlas se contrató gente de San Luis. Al reanudar las obras de la
carretera los ingenieros que iban a dirigirlas se encontraron con el
mismo problema, y el Gobernador del Estado les autorizó contratar
trabajadores de Matehuala, S.L.P. y Paredón, Coah.
Los
trabajadores de Paredón llegaron con sus familias, así es que se
rentaron algunas de las casas que todavía estaban abandonadas por la
calle principal y se asignó a cada una de ellas un cuarto, con cocina
compartida.
Los
de Matehuala llegaron solos, pues la mayoría eran solteros. A éstos se
les construyeron jacales de madera con techos de lámina de cartón al
poniente del pueblo, en la orilla norte del Camino Real, cerca del
Rincón de los Bueyes, por donde está actualmente el pozo profundo que
surte de agua potable, y se llamó al campamento “Matehualita”.
Aunque
antes de la Revolución los terrenos del Llano de la Laguna eran
pequeñas propiedades y no latifundios, por lo tanto de acuerdo a las
leyes de la Reforma Agraria no eran afectables, algunos de los vecinos
encontraron la forma de hacerlo, mediante “gratificaciones” a los
ingenieros o empleado del gobierno.
Al
principiar a reorganizar y regularizar la nueva forma de tenencia de la
tierra en el país, el gobierno dio máusers a los ejidatarios para que
defendieran la tierra en contra de sus antiguos dueños, en Iturbide
muchos de éstos ni volvieron a su lugar de origen después de “La Bola”.
Lo que sí se logró en el Pueblo fue que quienes querían ser los nuevos
propietarios de los terrenos afectados se pelearan y hasta mataran entre sí.
¿Sería por aquello de que “en el pecado lleva la penitencia”?.
En una de las discusiones César, que era un muchacho tranquilo, trató de mediar entre los grupos y lo mataron allí mismo.
También
hubo dramas al estilo del de los Capuletos y los Montescos, el padre
mandaba a uno de sus hijos a que asesinara a una de las hermanas que
andaba de novia de un muchacho de la familia rival.
En
“Matehualita” los hombres del pueblo que trabajaban en la carretera
vieron surgir nuevas costumbres: como a todos les pagaban cada semana
sus jornales llegó un momento en que los muchachos de Matehuala hacían
dos filas, en una recibían su paga y en la otra ellos le pagaban a
Chencha “sus favores”. Se dice que allí y entonces se originaron el
“crédito sexual” y la expresión “a lo que te truje Chencha”.
Crédito a la Palabra
Aunque, pensándolo bien, estaba el riesgo de los “balazos legales”.
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